Terrenos en León - compra o alquila las parcelas a tu gusto
Dónde comprar terrenos en León
El precio medio del suelo urbano, poco más de 40€/m², de la provincia es el más bajo de toda Castilla y León. Los terrenos más baratos de León se encuentran en zonas no muy alejadas de la capital leonesa. Por tanto, las localidades con los precios más reducidos son: Astorga con el valor mínimo de 0,30€/m², seguida de Chozas de Abajo con 1,40€/m² y El Carril con 1,60€/m². Otras poblaciones que cuentan con las fincas más baratas, en cuanto a valor medio, son La Baña, Villademor de la Vega, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo.
Curiosamente, León capital también registra los precios de parcelas más altos junto a localidades cercanas. Por tanto, León registra el valor más elevado con 802€/m², seguido de Ponferrada con 417€/m² y La Bañeza con 315€/m². Le siguen Valencia de Don Juan, Calzadilla de Los Hermanillos, Robledo de la Valduerna, Villaquilambre, Lorenzana y Villeza, con un valor medio de 67€/m² y 280€/m². En relación al suelo urbanizable, su situación es muy parecida al terreno urbano, estando dispersos por la provincia, pero concentrándose la mayoría en la capital.
Un desarrollo económico que evoluciona desde la agricultura al sector servicios
La provincia de León está situada en el noroeste de Castilla y León. Tiene una extensión de 15.581 km² y es la segunda provincia más poblada de la Comunidad Autónoma, con una población de más de 490.000 personas, la mitad de ella se aglutina en torno a las áreas de León y Ponferrada.
Más del 50 % de la superficie total está ubicada por encima de los 1.000 metros de altitud, por lo que tiene un clima mediterráneo continental con influencia atlántica. Tiene una gran amplitud térmica, sus inviernos son fríos y largos con nieve y heladas (que impiden cultivar algunas cosechas hortofrutícolas en las zonas más altas y montañosas); mientras que los veranos son cortos y calurosos.
Su economía se nutre del sector servicios, la construcción, la industria, la energía y el sector primario. En el pasado era este último el que destacaba en la región, pero con el paso del tiempo, como en el resto de España, los servicios y el comercio se han puesto a la cabeza. De hecho, el comercio exterior es importante en León y se exportan bienes de equipo y semifacturas no químicas.
El fin de las actividades tradicionales no se ha compensado con otros sectores económicos. A pesar de ello, en este campo destacan la construcción, la agroindustria y la energía.
A la industria farmacéutica, que nació en los siglos anteriores, se han incorporado nuevas compañías. En el ámbito textil, sobreviven algunas empresas con solera.
El mayor desarrollo de suelo industrial se ha realizado en torno a León y Ponferrada, en los parques industriales de Onzonilla, Villadangos, El Bayo y Bembibre.
El mundo agropecuario se adapta a los cambios
El sector primario representa el 1% de las empresas de León. Cuenta con más de 1.300.000 hectáreas de suelo rústico, cuyo valor se ha incrementado en los últimos años, destinadas a pastos, cultivos herbáceos, forrajes, plantación de especies forestales y la ganadería. En su mayoría, las explotaciones son en minifundios.
Gracias a sus embalses y acequias es posible cultivar frutales (manzanos, perales y cerezos) y cultivos de regadío (especialmente en El Páramo), como la remolacha, la patata, la alubia y el girasol. Igualmente se planta maíz, del que destacan sus modernizados sistemas de regadío y su producción, a la que se dedican más de 70.000 hectáreas. Aunque también se dan cosechas de secano como los viñedos y cereales (trigo, cebada, centeno, lúpulo y avena). Además, las proteaginosas son a día de hoy una alternativa interesante.
León se encuentra entre las provincias más destacadas en cuanto a la producción de ganado vacuno, especialmente en el área láctea. A continuación está el ovino, seguido del caprino, también destinados a la producción de leche. En cambio, el porcino ocupa el último lugar de la Comunidad. La avicultura y la apicultura están en auge, ya que se están modernizando las instalaciones y los agricultores profesionales más jóvenes se decantan por estas actividades.
Una superficie forestal diversa
En la orografía leonesa se distinguen tres zonas: la montañosa (al norte y parte del tercio occidental), el llano (en el sur y el tercio oriental) y las hoyas (en el tercio occidental). Lo que supone una gran diversidad paisajística de gran riqueza natural y cultural, entre La Montaña y La Meseta. A lo largo y ancho de su territorio se encuentran espacios naturales protegidos, muchos de ellos catalogados como Reservas de la Biosfera (más de 3.000.000 km² del total de la superficie provincial).
Esta situación ha supuesto que los núcleos de población se adapten a la morfología del terreno. En las llanuras, vegas y riberas, es donde se ubican más ciudades para aprovechar los recursos agrarios, mientras que en las zonas montañosas los pueblos están más dispersos y se aprecian explotaciones extensivas.
En sus montes y llanuras predominan especies mediterráneas y atlánticas, como la encina, la sabina, el roble, el abedul, el pino silvestre, el alcornoque, el almendro o bosques de castaños (en El Bierzo), hayedos (Faedo de Ciñera, considerado el bosque mejor cuidado de España) y rebollos; este último en las zonas más húmedas, que ocupa grandes extensiones de terreno; así como pastos y superficies de cultivo. Además de matorrales: helechos, brezo, tojo, piornos, enebros, escobas y retamas. También musgos, líquenes y flora micológica. Al igual que la vegetación de ribera (chopos, sauces, alisos, álamos y fresnos).
La disponibilidad de estos recursos reflejan el potencial forestal de la región, en la que se desarrolla la industria maderera, el ecoturismo, la agroalimentaria basada en el bosque, la construcción con madera y la biorrefinería.
Productora y consumidora de energía
La red hidrográfica se compone de tres cuencas: Norte, Miño-Sil (27% superficie) y Duero (72% de la superficie). Las superficies de agua, como los ríos, lagos y embalses se emplean en la producción de energía hidroeléctrica, muy importante en esta región, a través de presas y centrales hidroeléctricas. Al igual que para el abastecimiento, el riego y los deportes náuticos.
A estas hay que sumar las centrales térmicas que aprovechan el carbón leonés y sus nueve parques de energía eólica.
El sector de la energía aporta el 11% del PIB de la provincia y de él dependen el resto de las actividades económicas que se desarrollan.
La provincia de León ha pasado de ser agraria a decantarse por el sector servicios.
La disponibilidad de terreno industrial en León y su área metropolitana es escasa, pero se está trabajando por ampliarla para atraer capital inversor a la zona y desarrollar iniciativas empresariales a precios asequibles.